Una antigua lechera reciclada y totalmente renovada
¡Como nos gusta trastear y dar vida a antiguos artilugios y qué gozada, poder tener este tipo de piezas en tu poder!
Cuando esta antigua lechera, quisó parar a mis manos, me vinieron a la cabeza mil ideas de cómo poder darle una segunda oportunidad. Desde luego que se lo merecía con LETRAS MAYÚSCULAS y tenía claro que sería yo quién daría una nueva vida decorativa a este antiguo objeto.
Quería que la lechera no perdiera su esencia al reciclarla a través de la pintura decorativa y que conservara ese halo de antigüedad, muy presente a través del óxido y de las imperfecciones que la ha ido dejando el paso del tiempo. Así que creí que una buena forma de preservar esa esencia, sería pintarla con un color gris claro, que se pareciera al color original de la lechera y utilizar alguna técnica de envejecido en algunas partes a través de la técnica del craquelado.
5 Pasos para reciclar una antigua lechera
1. Limpiar con un trapo húmedo y jabón neutro toda la superficie.
2. Una vez limpia, dejamos secar y aplicamos una capa de imprimación blanca para que la pintura gris que hemos elegido se adhiera mucho mejor. Dejad secar la imprimación.
3. Cuando la imprimación está totalmente seca, aplicamos el craquelador. Es una especia de barniz incoloro, que podéis adquirir en grandes superficies o en alguna tienda online de pintura decorativa y que habrá que aplicar en los lugares o sitios donde queramos crear ese efecto curtido y envejecido. Yo os recomendaría que no lo aplicárais a toda la pieza, sólo en algunos sitios, para dar al objeto ese aspecto de desgaste y conservar su esencia. Dejad secar.
4. Cuando el barniz craquelador esté seco, entonces aplicamos la pintura que hayamos elegido para nuestro arte final. En nuestro caso, he usado pintura chalk paint de color gris claro. Sobre todo he elegido chalk paint por el efecto empolvado que crea en la pieza y para preservar ese aspecto vintage. Os daréis cuenta, que en los lugares donde hemos aplicado el craquelador anteriormente, se forman una especie de grietas que toman el color de la base blanca que hemos dado en el 2º paso.
5. Para completar nuesta obra de reciclaje, decidí darle una capa de cera incolora de abeja para proteger la lechera de roces. Pues es muy resistente al desgaste y sobre la pintura seca ofrece un aspecto más envejecido aún.
Ahora sí que sí, tengo preparada mi lechera como jarrón, paragüero o lo que se tercie... Ya está lista para comenzar una nueva vida decorativa en mi nueva casa (cuando termine la reforma...)
Ya os enseñaré cómo queda en mi nuevo pisito.
¡Ah! No olvidéis de darle a compartir para que más gente como nosotros se piquen con el tema de la decoración reciclada...
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